SAN PEDRO SUB CAMPEÓN PROVINCIAL
El
primer impacto del fútbol sampedrino cumple 75 años
El combinado sampedrino de
1941 marcó un hito que se recordaría por siempre: se consagró subcampeón
provincial en Bahía Blanca, el 16 de noviembre de aquel año, una década después
del comienzo de los campeonatos oficiales de la LDS.
En años anteriores no surgía
demasiado entusiasmo con el equipo y las prontas eliminaciones parecían
confirmar la sentencia. Sin embargo, en 1941, el equipo comenzó a avanzar en la
etapa regional cuando dejó en el camino a San Nicolás 2 a 0, luego a Baradero 1
a 0 en un partido que no terminó y que el C. F. dio por ganado a los
sampedrinos al negarse el rival a continuar el partido, en la semifinal a Salto
2 a 1 y 1 a 0, y en la final a Junín 2 a 1 y 3 a 2 y se consagró campeón de
zona. Accedió entonces al cuadrangular final. La consideración ya era, a esa
altura, importantísima y los medios gráficos lo reflejaban en sus páginas. Sin
embargo faltaba más: en Bahía Blanca derrotó a Ayacucho 2 a 1 con dos tantos
del goleador Ezequiel Reynoso, mienras que el local venció a La Plata 3 a 1. En
la final Bahía Blanca demostró superioridad y se impuso por 3 a 0. El segundo
puesto fue sobresaliente y los jugadores fueron recibidos como héroes en la
estación de ferrocarril.
“El Imparcial”, en 1941.
Juan Kasta, dirigente de PFC y periodista de APA, lo recordó así en 1990: “Un grupo de muchachos decidimos armar un equipo con jóvenes que estaban jugando muy bien, preparándonos para el Argentino. Carmelo Lafalce, Carlos Ramírez y yo armamos un equipo en la esquina del Butti y se lo dimos a Juan Quiroga, que era el consejero de Paraná. Calonge en el arco, Rosell y Bargas, Gamietea, Santachita y Gorosito, el ‘Cordero’ Secchi, el ‘correntino’ González, como centroforward ‘el indio salvaje de las pampas’ o sea Ezequiel Reynoso, Santillán y Solla. También pusimos algunos suplentes que estaban en el plantel: Zenoni, Mussio, De Antoni (arquero suplente), Prado, Lazo, Villarruel, Arnaldi, Taiana”.
El seleccionado del ’41 no
solamente marcó un quiebre en el fútbol sampedrino que demostró que podía
competir mano a mano con los mejores de la provincia sino que aportó jugadores
al fútbol nacional: Gamietea fue a Huracán, Bargas a Huracán y Gimnasia pero
volvieron (“Me pagaban más por la cosecha de maíz”, explicaba Bargas en una
nota homenaje de ‘El Imparcial’). Santillán y Rosell fueron a Excursionistas.
Calonge a Vélez (fue suplente de Rugilo, arquero de la selección nacional).
Secchi pasó por Huracán, Lanús y Rácing de Córdoba. Solla jugó tres años y
medio en Rosario Central y, quien llegó un poco más lejos fue Ezequiel Reynoso
(“Cualquiera pudo haber llegado – aseguraba en la misma nota -, yo tuve la
suerte que otros no tuvieron”) quien jugó en una de las mejores épocas de Lanús
y, luego, en Estudiantes de La Plata, además de algunos clubes fuera del país.
Incluso estaba considerado para integrar la selección argentina pero no llegó
ya que adelante suyo estaban Angel Labruna y Rinaldo Martino, ¡nada menos!.
Fuente: Tablero Deportivo
Fuente: Tablero Deportivo
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